dimecres, 27 d’abril del 2016

Tres relatos cortos inventados con las palabras: exahusto, deposiciones, epopeya y angosto



KEVIN Y SUS

  DEPOSICIONES


Kevin West, llegó de hacer sus deposiciones.Fue al banco para pedir un préstamo y se encontró con un robo, intentó huir por la puerta trasera, pero vio a uno de los atracadores, así que tuvo que salir por un angosto tubo de ventilación y estaba encerrado.
Después de dos largas horas estaba exhausto, porque hacía mucho calor, escuchó un disparo pero por su suerte era la policía.
Y desde ese día cada vez que va a hacer sus deposiciones se acuerda de esa epopeya.


FIN




La catapulta


mortal



La historia que ahora os vamos a contar es la increíble epopeya de dos hombres de un pequeño pueblo.



Dos hombres iban por un camino muy angosto y como el camino era muy largo, fueron con caballos. Los hombres se tuvieron que parar porque los caballos tenían que hacer sus deposiciones, ellos aprovecharon para descansar porque estaban exhaustos. Sin darse cuenta se durmieron y los caballos se escaparon. Cuando se despertaron, fueron a buscar a los caballos.
Otros hombres los pillaron desprevenidos y los atacaron con una catapulta gigante y los mataron.
Al cabo de unas horas los caballos volvieron y se encontraron a sus dueños muertos y llenos de sangre.
Y ellos vivieron felices y comieron perdices.






RELATO



Juan y la planta medicinal.


Hace muchos años, en un lugar soleado y caluroso, un señor llamado Juan iba exhausto con sus caballos, los cuales dejaban un rastro de deposiciones.
Juan quería encontrar una planta medicinal para cuidar a su esposa y a sus hijos.
Unos días después tuvo que ir por un camino angosto y oscuro con los pocos caballos vivos que le quedaban, pero mereció la pena ya que al final del camino se encontró la planta medicinal que llevaba meses buscando sin apenas llevarse algo a la boca.
Cogió la planta y con el único caballo que le quedaba volvió a casa con su esposa e hijos, y al darles la infusión de la planta medicinal  se curaron.Y vivieron felices lo que les quedó de vida.
Finalmente lo que no sabía Juan es que, después de unos años, su viaje se convirtió en una epopeya.



FIN




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